Vuelve el buen tiempo y, con él, los peluches entre semana. Empezamos la visita en la Plaça del Rei donde ya me hice la primera foto relajándome en la hierba mientras Víctor se reponía de la caída del pilar ese de la foto.
Bordeamos el casco antiguo buscando la Plaça Creu, pasando por el camino por dos de las antiguas puertas de la ciudad.
Entramos aquí en la zona peatonal y escogimos la calle Argent para ir hacia la plaza del Ajuntament,
Muy cerca de ahí está l'Església de Santa Maria (s.XVII). Una vez más, Víctor no pudo resistir la tentación de entrar a echar un vistazo.
Nuestro objetivo era tocarle el dedo del pie al Llaminer, pues desde que lo hicimos en ocasiones anteriores, Víctor dice que realmente nos da suerte. No cuesta nada tenerlo contento y volver a la capital de l'Anoia de vez en cuando. Vimos a otros inanimados habitantes de Igualada antes de llegar a nuestro amigo.
El llaminer está en la calle Sant Magí. Aprovechamos para tocarle todos el dedo algunas veces.
Cenamos un buen plato de pasta y nos fuimos para casa. ¡Hasta la próxima!
- Tembo estuvo también en Reus
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